Semana Santa 2015 se vivió con fe y orden en La América.
Redacción: Comunicaciones PNSDA
En la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, la Semana Mayor se vio cargada de fe y
oración; multitudes acompañaron todos los eventos y su éxito se debió a la dirección de
Monseñor Iván Darío, sacerdotes y los organizadores.
La gran semana comenzó con el Domingo de Ramos, en este evento acompañados por la
banda marcial, adornados por las imágenes y meditados por los sacerdotes se acercaron
los parroquianos quienes con ramos hacían ver el panorama de una comunidad que
emprendía el camino de la fe que culminaría hasta la Resurrección, en la ceremonia de la
Vigilia Pascual donde, acompañados con velas, se renovó la fe en Dios.
En todos los eventos se tuvo la presencia masiva de los fieles, que orando y meditando
ponían sinfonía a la liturgia. Las distintas ceremonias se vivieron con tranquilidad, los
distintos ritos se vieron encendidos por la espiritualidad y la piedad de quienes
celebraban. Todas las reflexiones, bajo el influjo del Espíritu, tocaba a cada uno de los
fieles que necesitaran aquellas palabras.
El orden en todos los eventos se debieron al servicio desinteresado de todos los grupos
apostólicos y sus participantes, gracias a ellos se disfrutó de todo en todos los momentos,
ellos hicieron posible la tranquilidad y disposición que hizo gozar de la fe en Dios y en
Jesús resucitado.
Por último, y no menos importante, el agradecimiento más sincero es para Monseñor Iván
Darío, párroco, el padre Orlando Gallego, vicario y demás sacerdotes acompañantes que
con sus gestos, oraciones y meditaciones compartieron la alegría de ser cristianos.
Semana Santa 2015 dejó la invitación de renovar la fe y de servir a Jesús vivo en el
camino de la vida que va desde el sufrimiento hasta la gloria de la Resurrección.
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